Título: Las viudas de los jueves Autor: Claudia Piñeiro Género: Suspenso Páginas: 318 Año de publicación: 2005 |
Sinopsis
Detrás de las altas paredes perimetrales, más allá de los portones reforzados por barreras y flanqueados por garitas de vigilancia, se encuentra Altos de la Cascada. Afuera, la ruta, la barriada popular de Santa María de los Tigrecitos, la autopista, la ciudad, el resto del mundo. En Altos de la Cascada viven familias que llevan un mismo estilo de vida y que quieren mantenerlo cueste lo que cueste. Allí, en el country, un grupo de amigos se reúne semanalmente lejos de las miradas de sus hijos, sus empleadas domésticas y sus esposas, quienes, excluidas del encuentro varonil, se autodenominan, bromeando, “las viudas de los jueves”. Pero una noche la rutina se quiebra y ese hecho permite descubrir, en un país que se desmorona, el lado oscuro de una vida “perfecta”.
Reseña
Claudia Piñeiro se volvió una de mis autoras favoritas desde el momento que me enganché con Tuya, el primer libro suyo que leí. Capaz desde entonces voy midiendo los libros que le siguieron en base a ese y me parece que influye un poco mis lecturas. El año pasado leí Las grietas de Jara, no me esperaba nada muy groso pero sí que contaba con el estilo atrapante de la autora, que estuvo medio flojo y no me enganchó tanto. Pero la historia, el protagonista y el giro del final me terminaron dejando muy satisfecha.Con Las viudas de los jueves iba más relajada y me daba mucha curiosidad porque debe ser su novela más conocida y me pasó que tengo una relación muy bipolar con la historia, como que algunas cosas me gustan y me disgustan a la vez por razones totalmente contradictorias. Pero no puedo dejar de admirar el retrato histórico y social que nos pinta a lo largo de todo el libro.
Las viudas de los jueves nos presenta a la gente que vive en un country de Buenos Aires durante finales de los 90 y principios del 2000. Cuenta con diferentes tipos de narración y POVs para meternos de lleno en Altos de la cascada desde diferentes ángulos, contarnos dramas hogareños, "problemas cotidianos", etc etc. Aparte de los POVs que son en primera persona de personajes específicos hay varios capítulos narrados desde un "nosotros", que fueron mis favoritos y los que más bronca me daban porque son los que te pintaban la vida en general en el barrio privado, los que lo describían con paisajes, detalles y reglas y los que daban por hecho el estilo de vida que se llevaba ahí, con toda la presunción y snobismo requerido, obvio.
"¿Se puede llegar a ser verdaderamente amigo de alguien a quien uno conoce a través de su bolsillo?" Y respondió ella misma a pie de página. "Por el bolsillo pasan todas las miserias".
Como hasta la mitad me parecía divertido de a ratos husmear en la vida de las diferentes familias, pero a la vez me parecía al pedo, como que quería que pasara algo groso, que fuera al grano. Con el prologo con el que empieza es imposible no querer pasar a ese jueves de septiembre del 2001 de una buena vez. Pero entiendo que necesitábamos contexto, historia, causas para llegar a eso, por eso tengo esta relación bipolar con la historia. Me gustó, pero esperaba más. Aún así sigo aplaudiendo la capacidad de la autora para crear estos personajes tan reales que parecen tus vecinos (aunque acá son ricachones giles que se preocupan tanto por las apariencias y lo material que te terminan dando mucho asco) y salir con giros bastante irónicos que te dejan descolocado y satisfecho en cierta forma.